Los radiadores son verdaderos salvavidas durante el invierno. Mantienen nuestros hogares calientes y nos garantizan un descanso confortable y reparador. Sin embargo, estas herramientas fundamentales deben cuidarse y mantenerse bien para que puedan durar mucho tiempo y mantener su eficacia.

Quitar el polvo y la suciedad de los radiadores , además de ser saludable, también es una forma de conseguir que puedan funcionar al máximo y calentar toda la casa.

Antes de empezar, te recordamos que si el radiador que necesitas limpiar es eléctrico, debes asegurarte de desenchufarlo.

Comience por eliminar el polvo exterior que se haya acumulado en los radiadores. Para hacer esto, use una aspiradora o un recogedor de polvo.

Para eliminar el polvo que se deposita entre las grietas del radiador, use una aspiradora con una cabeza lo suficientemente delgada como para caber entre las grietas.

Otro método de bricolaje igualmente efectivo es usar un palo, en el extremo del cual se fija un paño de microfibra. Inserte el palo entre las ranuras del radiador y asegúrese de eliminar todo el polvo.

Una vez eliminado el polvo, empapa un paño en una solución compuesta por agua, vinagre y bicarbonato y asegúrate de pasarlo por toda la superficie del radiador. Esta operación nos permitirá eliminar la suciedad más resistente y los ácaros del polvo.

Ahora que ya sabes cómo limpiar tu radiador y deshacerte de todo el polvo , hazlo ahora para sentir la diferencia.