¿A quién no le gusta un buen pollo asado? Esta deliciosa carne blanca se puede cocinar de mil y una formas. Pero tanto su cocción como su limpieza no deben tomarse a la ligera. Es posible que algunas personas no lo sepan, pero las aves crudas son muy delicadas y requieren atención especial, ya que pueden contener bacterias desagradables, como la salmonella, que pueden causar intoxicación alimentaria. Precisamente, para evitar todos los peligros posibles, los expertos en salud nos explican cómo lavar y cocinar correctamente el pollo. ¡Sigue sus consejos al pie de la letra!
Cuando se ponen detrás de la estufa, muchas personas continúan cometiendo errores al manipular aves crudas o carnes rojas. ¿Deberías lavar tu pollo antes de cocinarlo? ¿Cómo desinfectarlo de manera efectiva para eliminar todas las bacterias? En este artículo, intentaremos responder a todas sus preguntas. Tomando algunas precauciones y adoptando los gestos correctos, puedes elaborar platos saludables sin temor al más mínimo peligro.
¿Cómo limpiar el pollo para que desaparezca la salmonela?
¿Lavar o no lavar el pollo antes de cocinarlo? Esta es la pregunta que atormenta todas las mentes. Te vamos a dar algunas respuestas para que aprendas a limpiar mejor el pollo crudo y evitar la salmonella. ¡Suficiente para prevenir muchos inconvenientes dentro del hogar!
En este sentido, la Food Standards Agency (FSA) del Reino Unido ha advertido que lavar el pollo, antes de cocinarlo, puede aumentar significativamente el riesgo de contagio de salmonela, principal causante de muchas dolencias como diarrea, náuseas, vómitos, fiebre, migraña o calambres abdominales. En otras palabras, es estrictamente desaconsejable lavar o enjuagar las aves antes de cocinarlas.
Advertencia: si lava un pollo infectado debajo del fregadero, debido a las salpicaduras, la bacteria puede propagarse por todas partes. Los utensilios, las superficies de trabajo e incluso otros alimentos pueden verse afectados. La FSA insiste en que esta es la mejor manera de causar contaminación cruzada.
Al cortar el pollo, use una toalla de papel para limpiarlo o un trapo especial para que no salga ningún residuo de la cocina. El paño debe lavarse después de cada uso. Además, recuerda siempre desinfectar el cuchillo y la tabla de cortar. Para evitar la contaminación cruzada, lo mejor es reservar una tabla específica para aves crudas.
Por último, no olvides lavarte bien las manos con jabón, antes y después de manipular el pollo.
NB : Nunca descongele un pollo en la encimera de la cocina. Si es posible, déjelo envuelto y guárdelo en el refrigerador. También puedes sumergirlo en un recipiente grande lleno de agua fría y envuelto en film plástico antes de instalarlo en la nevera. Estas precauciones son esenciales para evitar que las bacterias proliferen y contaminen otros alimentos.
¿Cómo cocinar el pollo después de lavarlo?
Si encuentra que el pollo está muy sucio, puede enjuagarlo rápidamente con agua corriente, pero asegúrese de limpiar el fregadero y el área circundante con lejía o cloro. Para evitar cualquier contaminación, desinfecte también los utensilios utilizados para cortar , la picadora, los platos, etc. Este método se aplica tanto a un pollo entero como a piezas de ave.
Recuerda que la salmonela no desaparece simplemente lavando el pollo: esta bacteria se eliminará por completo cuando el pollo se cocina a una temperatura de al menos 70°C.
¿Por qué no se debe lavar la carne roja antes de cocinarla?
Por costumbre, muchas personas tienden a lavar la carne roja antes de sazonarla y cocinarla. Es un reflejo automático para eliminar toda la suciedad y las bacterias que allí se hayan depositado. Sin embargo, ¡es una muy mala idea!
No se asuste, sin embargo, este error es común y lo comete una gran mayoría. Sin embargo, por extraño que parezca, lavar la carne no es lo mejor que se puede hacer. Sencillamente, porque el agua no es tan eficaz como creemos para expulsar las bacterias. Por el contrario, puede incluso contribuir a la proliferación de estos patógenos.
De hecho, las bacterias se multiplican en contacto con el agua y las proteínas (una de las principales cualidades de la carne). Por lo tanto, como se explicó anteriormente para las aves de corral, durante el lavado, las bacterias no se eliminarán y pueden propagarse inadvertidamente a las superficies circundantes. Las gotas de agua corren el riesgo, aquí nuevamente, de llevar las bacterias hacia los platos y la comida. Además, para evitar esta dispersión bacteriana, es mejor manipular la carne roja de la misma forma que con el pollo. Por supuesto, con un paño dedicado y una tabla de cortar especial para carne.
Además, cuando lavas la carne, sus propiedades pueden verse afectadas. En efecto, estás eliminando la mayoría de los nutrientes solubles en agua. Resultado: la carne se agota en nutrientes y pierde su sabor.