Su color entre azul y lila muy característico, y su olor, la convierten en una de las plantas más bonitas con las que decorar la terraza o el jardín.
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Las propiedades de la lavanda
De la lavanda se puede obtener un aceite esencial útil en caso de ansiedad, insomnio, contra la gripe, resfriados y tos. De hecho, esta fantástica flor tiene propiedades analgésicas, antisépticas y antibióticas.
Además, también es capaz de aliviar dolores musculares, tiene acción diurética y propiedades cicatrizantes. Unas pocas gotas son suficientes para obtener alivio en caso de cortes, heridas, picaduras de insectos.
Cultivar la planta en casa.
Cultivar lavanda en casa es sencillo y se puede hacer de dos formas: partiendo de semillas o esquejes . En el primer caso, la época de siembra comienza en otoño para las zonas de clima templado, y principios de primavera para las zonas más frías.
El método de corte es la forma más práctica de proceder con el cultivo de lavanda porque se utilizan ramitas con un tallo de al menos 10 cm de largo.
Cultivar lavanda en el jardín.
La lavanda es una planta que prefiere el sol para crecer por lo que coloquémosla siempre en un lugar con mucha luz.
No se deben exagerar los riegos , y es muy importante que no se produzcan estancamientos de agua que puedan provocar la pudrición de la planta.
Para facilitar el drenaje es necesario mezclar la tierra con materia orgánica. La fertilización debe realizarse durante la estación de primavera cuando la planta comienza a crecer de nuevo, y al final del verano, después de que se hayan recogido las flores. ¡La lavanda alcanza su punto máximo después de unos tres años!
La planta requiere poda todos los años, inmediatamente después de la floración.