¡Cada uno de nosotros tiene en un momento u otro la desafortunada experiencia de comprar ropa con candados dejados sin darse cuenta por los empleados de la tienda! ¡Cuál fue nuestra decepción cuando nos vemos obligados a regresar al vendedor para quitar el candado después de viajar por millas de camino a casa! Afortunadamente, existe un truco para eliminarlos nosotros mismos sin dar marcha atrás y perder el tiempo. Descubre cómo puedes evitar esta trampa con este truco.
Compras una prenda sin darte cuenta de que lleva un candado. Vuelve a casa. Pero al intentarlo, descubres el insoportable rompecabezas: ¿cómo quitar este maldito mecanismo sin tener que volver a la tienda? Así es cómo.
Cómo quitar la etiqueta olvidada de la ropa comprada

Un dispositivo antirrobo en la ropa – Fuente: spm
Has comprado tu ropa, pero no te das cuenta de que el candado está pegado, lo cual es difícil de quitar, y maldices a los empleados de la tienda. Afortunadamente, hay formas de deshacerse del imán que el vendedor olvidó en la ropa que acaba de comprar.
Algunas personas prefieren quemar el plástico con un encendedor, lo que destruye el mecanismo de protección con algún daño. Mejor, también puedes usar un imán para quitar la protección de la prenda. Así, utilizando el campo magnético, se puede desmagnetizar la abrazadera, para abrirla y extraer la cerradura.
Pero no intentes romper el imán de la ropa. Suele haber tinta indeleble dentro del imán, lo más probable es que dañe la prenda comprada. Además, si las cerraduras son pequeñas como monedas, se pueden abrir fácilmente con la mano.
Otro consejo para quitar un candado en casa

Comprar una prenda – Fuente: spm
Entre la prenda y la parte convexa de la cerradura, se inserta una banda elástica ancha y densa. Esta parte se gira “delante hacia atrás”. Cuando el elástico pase por debajo del clip, gira ambos lados, tirando gradualmente hasta que se desprenda por completo.
Una vez que la goma haya pasado por debajo de la abrazadera y esté apoyada en la varilla metálica, retire la parte superior de la cerradura con unos alicates o un cortaalambres, retire el resorte de bola de la misma.
Finalmente, tenga en cuenta que estas técnicas solo deben usarse en caso de que el empleado de la tienda haya olvidado quitar el candado. Tales trucos, si le permiten evitar regresar a la tienda, de ninguna manera deben ser un estímulo para el robo.