Muchos piensan que las suculentas nunca deben regarse, mientras que otros las riegan demasiado. En realidad, la frecuencia de riego depende mucho del clima en el que se cultiven .
En condiciones normales, por ejemplo, la lluvia típica del invierno en las zonas templadas será más que suficiente para mantener sanas a las suculentas. En verano bastará un riego semanal y una ligera humectación cuando las temperaturas superen los 30°C.
En zonas con poca precipitación, incluso en los meses fríos o en casos de sequía prolongada, es necesario integrar el suministro de agua. Como puedes ver, tener en cuenta la importancia del agua para las suculentas es un factor importante en su salud.