Elemento fundamental para la tipología y categoría de los condimentos en el contexto mediterráneo, el perejil corresponde también a una forma de hortaliza con cualidades muy diversas, por lo que se considera beneficioso, a veces casi sagrado, incluso en el ámbito oficial de la medicina antigua. Hoy en día es muy utilizada en el sector alimentario y además es bastante fácil de cultivar, siendo una planta que tiene un ciclo de vida anual o bienal. Sin embargo, en algunas condiciones no tan raras, el perejil puede ser difícil de cultivar.
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De hecho, el perejil se adapta bien a las diversas condiciones del suelo mediterráneo, pero al mismo tiempo, incluso si arraiga bien en casi todas partes, es posible que en realidad no “quiera crecer”.
Es importante recordar que la planta de perejil necesita una buena cantidad de potasio. Por lo tanto, es importante realizar una forma adecuada de fertilización si es necesario, preferiblemente en otoño. Es posible hacer esto tanto durante el crecimiento de la siembra como también con las plantas adultas.
El nivel de pH del suelo ideal para el perejil es de alrededor de 6,5-7-5 y prefiere suelos no demasiado compactos y soleados.
Cuando las plantas son muy jóvenes es aconsejable realizar una forma de riego constante pero no excesivo, exclusivamente en el terreno con el fin de mantener el terreno siempre ligeramente húmedo.
Es fundamental fijarse en el estado de las hojas, si tiene aspecto rizado puede indicar demasiado sol, mientras que si tiene una forma excesivamente débil y blanda es probable que haya demasiada humedad.
También tenga cuidado en dar el espacio necesario a las raíces de la planta.
